20100922

¿Siempre huyes así?



Y ese calcetín, que está solo en el tendedero, me habla, quiere que le busque la pareja, que los ponga a los dos en sus moldes, y que junte los dedos gordos para que se puedan besar. Dice que vaya sin zapatos, al menos de tanto en tanto, para poder mirar a los ojos a la Señorita Calcetina. Aquel pendiente el cual perdí la pareja dice que le busque otra que también haya enviudado, que no importa su aspecto, que la monotonía es aburrida, y ya puestos, que le busque a alguien diferente. Dice que en cuanto lo encuentre, podré usarlos a los dos, que se divertirán viendo como la gente se extraña. Que me dé prisa, y que nunca lo utilice solo si no quiero tener que pagar un psicólogo. La otra parte de aquel dibujo que nunca terminé lleva tanto tiempo sola que ya me habla cuando la miro, dice que le dibuje a alguien, a alguien que la quiera, o a quien pueda amar en silencio, a quien pueda mirar o también abrazar. Eso no importa, solo tiene que ser alguien. Ese otro boceto se ha enfadado porque no me sale simétrico y los siameses que tanto se quieren ni tan solo parecen hermanos. Pide que deje que ofenderlos, que están tan unidos que son tan solo uno, y quieren serlo a vista de todos. Esa parte de la ventana abierta no deja de gritar porque su mejor amiga está cerrada y no puede cogerla de la mano; y la otra llora en silencio porque ni tan solo puede gritar. Parece que su dueño al darse cuenta las ha puesto juntas, y ahora sonríen, por eso ya no se escuchan. El viento sopla y resopla, porque siempre estuvo solo, las nubes lloran cuando no pueden más porque no dejan de desaparecer, y al volver al mundo no se acuerdan de nada, de modo que no tienen amigos; y las plantas, se ponen tan tristes sin su mejor amiga el agua, que mueren cuando no la ven en un tiempo. Todos me dicen algo de una forma u otra; incluso el rotulador azul que estoy mirando ahora mismo, quiere que lo coja y dibuje, quiere sentir el papel, y me ha amenazado con un ultimátum, dice que si no dibujo con él, se secará. Por supuesto, los que más dicen, los que por suerte menos solos se sienten, son los libros, nadie habla más que ellos. Sí, todos tienen algo que decir; más o menos interesante, pero algo. No huyen, dicen lo que sienten o lo que dejan de sentir. Todos menos tú.

2 comentarios:

  1. Que texto mas encantador, y mas orginal...no se leen historias de calcetines solos en tendedores todos los dias!:)
    muá

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  2. Que calcetines más simpáticos :)
    Hechos de este tipo suceden cuando enviudan entre las ropas, tienes toda la razón.
    Que lindos textos, ¡que maravilla! Emparejar calcetas... Muy original.
    Saludos :)

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